TRENTO: LA CIUDAD DEL CONCILIO

Piazza Duomo

La ciudad de Trento es una de las más características de los Alpes, en la que se ha logrado preservar y valorar el patrimonio arquitectónico del casco antiguo, donde se aprecia una convivencia armoniosa de estilos diferentes, entre los cuales destaca el estilo renacentista.

El itinerario, en la zona peatonal, sigue las antiguas calles “Via Lunga” y “Via Larga” que desde la Edad Media unen el Castillo del Buonconsiglio con la Catedral.

A lo largo del recorrido se admiran la arquitectura y los frescos de las fachadas de los palacios renacentistas y a continuación se visita Plaza del Duomo, corazón de la ciudad.

La fábrica actual de la Catedral, dedicada a San Vigilio, fue construida a partir de comienzos del siglo XIII. En el interior, que presenta una fusión de fórmulas arquitectónicas románicas y góticas, destacan el altar mayor tardobarroco y la "Capella del Crocifisso", que conserva el Crucifijo de madera del siglo XVI, testigo de las principales sesiones del Concilio de Trento, celebradas en la Catedral entre 1545 y 1563.

El itinerario a la ciudad del Concilio puede incluir la Iglesia de Santa Maria Maggiore y el Museo Diocesano, situado al lado del Duomo, en el interior de la primera residencia de los príncipes obispos de Trento. Entre sus coleciones: la sección pictórica, la sección de tallas y altares en madera, el tesoro de la Catedral y los preciosos tapices de Peter Van Aelst, el mayor artista flamenco del siglo XVI en este campo.

La visita al casco antiguo de la ciudad requiere aproximadamente dos horas (Catedral y calles principales de la ciudad). 
Para la visita de la ciudad y del Castillo del Buonconsiglio se necesita por lo menos una media jornada.
Itinerarios de un día entero pueden incluir varios monumentos y museos o una cata de vinos.